Me gusta pensar que somos una empresa de desarrollo boutique. Es una forma romántica de aclarar que somos una empresa pequeña. Y nos especializamos en poner barquitos a navegar… jaja… Pero eso lo dejo para más adelante.

Mirá, he trabajado en empresas de desarrollo medianas, grandes y tremendamente grandes. Cuanto más grande la empresa más énfasis hacen en su mensaje de que son ágiles…algunas de ellas son tan ágiles como un elefante trepando árboles.

La agilidad se ha vuelto esencial en el desarrollo de software, pero es que lo han repetido tantas veces que ya ha perdido su significado.

Pero nosotros somos una fábrica de software boutique y eso nos hace super ágiles… (Ajá, pensabas que te ibas escapar del cliché). Pero es que en verdad tenemos que ser muy ágiles… como los colibríes, porque en ello nos va la supervivencia. Para nosotros es cuestión de vida o muerte.

Nuestro primer cliente nos llamó para realizar una integración de Salesforce con una servicio provisto por otra empresa. Les daban el servicio, pero no se encargaban de la integración, no les interesaba ese negocio. Y te voy a ser tan sincero como les fuimos a ellos… no teníamos ni idea de como programar en Salesforce. Pero les dijimos… NOSOTROS TE PODEMOS AYUDAR. Y por algún motivo nos creyeron. Y así nos embarcamos en ese proyecto. Tuvimos que estudiar, aprender, (y remar, y remar bastante no te voy a engañar). Pero la hicimos funcionar y ahora la integración ya lleva casi un año funcionando. Y lo mejor de todos… quieren seguir trabajando con nosotros!!

Le la había dejado pendiente, pero aquí va.

José Luis es uno de nuestros socios, él comenzó a programar por admiración a su padre cuando aún corrían los 80s. En esa época tener una computadora en casa era bastante poco habitual. Pero su papá era analista programador y una PC llegó a su casa por necesidad.

Y allí José le pidió prestado un libro de QBasic… para que te des una idea, viene a ser como un Renault 4 GTL de la programación. Puede que hoy se vea como algo muy antiguo pero en esa época tenía lo suyo. Y sobre todo… te llevaba adonde querías ir.

Así que armado con el libro, se puso a escribir su primer programa, con tan solo 10 años. Era un programita muy sencillo, claro, que dibujaba un barquito con caracteres ASCII.

Esa noche se lo mostró orgulloso a su papá, quien lo felicitó. Y luego escribió un par de líneas de código para hacer que el barquito navegara.

Quizás fue la imagen de ese barquito navegando, o quizás fue la emoción de encontrar una pasión en común con su padre lo que despertó su vocación.

José ha pasado los últimos 24 años trabajando en empresas de Desarrollo de Software. Y ha trabajado con muchas tecnologías diferentes. Para él programar es como hacer navegar ese barquito. Cada vez que alguien le trae un problema para resolver, no le importa tanto de que se trata. Lo que él ve es un barquito dibujado con caracteres ASCII que necesita navegar.

Y dejame que te cuente una cosa más sobre él. En su experiencia profesional… no le ha tocado ni una sola vez comenzar un trabajo en una tecnología que conociera. Bueno, sí… esto es tan extraño como suena. En la facultad aprendió a programar en C++ y era muy bueno. Pero su primer trabajo fue en un lenguaje no tan difundido llamado Powerbuilder. Y tuvo que aprender a usarlo cuando empezó.
Luego se enamoró de una chica que vivía en otra provincia y tuvo conseguir trabajo y mudarse… y pues el trabajo que consiguió fue con Mainframes… programando en COBOL (en realidad ni siquiera era COBOL puro… era un engendro llamado Pacbase). Tremendo lío… y ahí estuvo de nuevo aprendiendo a programar. Ya sabes, para él todos eran barquitos….

Y una vez más, cuando quizo cambiar de trabajo consiguió uno super moderno para desarrollar aplicaciones Web. El sabía Java… pero lo pusieron a trabajar en un lenguaje llamado Scala!!. Y ahí estaba de nuevo… leyendo todo lo que tenía que caía en sus manos, para programar para la Web con los estándares modernos de desarrollo.

Ya sabes, solo se trata de hacer navegar el barquito.

Ser una empresa pequeña nos permite ser muy ágiles. Nuestro principal objetivo es que nuestros clientes nos amen y vamos mucho más allá del cumplimiento del deber para lograrlo. Pero también nos obliga a ser super selectivos. No podemos darnos el lujo de encarar todos los proyectos que nos llegan, y eso significa que tenemos que elegir. Buscamos proyectos que nos desafíen, que pongan la vara alta, que nos empujen para seguir creciendo y sobre todo, que nos permitan seguir aprendiendo.

Que decís? Tenés algún proyecto que quieras compartir con nosotros? Quizás podamos ayudarte. O quizás podamos ayudarte a encontrar a alguien que te pueda ayudar 😉

En todo caso, estamos aquí para ayudarte… para las empresas de software establecidas y que crecen a ritmos astronómicos anuales, vas a ser un cliente más. Para nosotros vas a ser un cliente especial… porque tenemos muy pocos.